Ante banqueros centrales, el segundo del BCRA, Vladimir Werning, subrayó diferencias. Y ante el FMI el viceministro Daza dijo que lo que se está haciendo no es solo distinto sino “lo opuesto” a la experiencia macrista
Un documento del Banco Central presentado por su vicepresidente Vladimir Werning puso de manifiesto que el Gobierno está convencido de que el plan económico actual es mucho más efectivo que el intento de estabilización del gobierno de Mauricio Macri, porque bajó mucho más rápidamente la inflación y porque tiene mucha menor dependencia del carry trade por parte de inversores extranjeros.
Werning incluyó en su presentación ante el CEMLA un apartado específico dedicado a comparar el actual programa económico con el intento de estabilización de 2016 y 2017. Organizó esa comparación alrededor de distintos ejes macroeconómicos que diferencian un proceso de otro.

Werning planteó ocho puntos que diferencia al programa económico actual con el de los dos primeros años de Cambiemos, antes de que se desaten las sucesivas crisis cambiarias durante 2018 y 2019.
- Inflación: Caída más rápida y pronunciada del índice de precios al consumidor en 2024-2025.
- Pobreza: Reducción más marcada de la tasa de pobreza vinculada a la baja de la inflación.
- Pasivos remunerados: Eliminación en el esquema actual en contraste con un crecimiento sostenido en 2016-2017.
- Crédito al sector privado: Mayor expansión del crédito, tanto en pesos como en dólares, en relación al PBI en comparación con la administración macrista.
- Actividad económica: Recuperación más temprana tras un fuerte impacto inicial.
- Cuenta corriente: Superávit externo en 2024 de 1% versus un déficit externo sostenido -y más amplio que el actual de 2025- que llegó a ser de casi 5% del PBI en 2018.
- Divisas: Mayor excedente de dólares del sector privado y acumulación neta por parte del BCRA.
- Carry trade: Muy baja tenencia de activos en pesos por parte de no residentes en 2024-2025; exposición significativa en 2016-2017.
Macri vs. Milei: diferencias ente los dos planes
Uno de los puntos destacados en la presentación de Werning es la evolución del nivel de inflación. El BCRA señala en ese plano una “mayor caída de la inflación y de las expectativas inflacionarias” en el actual programa, con descensos más pronunciados del índice de precios al consumidor desde el inicio del nuevo esquema. En paralelo, la baja en la inflación se trasladó a una disminución más marcada en la tasa de pobreza.
Otro aspecto que se incluye en la comparación es la dinámica de los pasivos remunerados. En el esquema 2024-2025, el Banco Central eliminó del balance de la entidad esa deuda y la transfirió al Tesoro, lo que permite limitar la emisión monetaria asociada al pago de intereses. En cambio, el programa 2016-2017 exhibía un crecimiento de estos pasivos como mecanismo para absorber liquidez, lo que derivaba en una mayor fragilidad en el balance del BCRA.

En aquellos años el entonces presidente del Central Federico Sturzenegger -hoy ministro de Desregulación- emitía Lebacs para absorber los pesos de la expansión monetaria que requiería la compra de divisas para sumar reservas internacionales. La actual estrategia, según el documento, dio paso a una expansión del crédito bancario al sector privado. El stock de préstamos en moneda local y extranjera, medido como porcentaje del PBI, supera los niveles observados durante la experiencia macrista. Mientras entre 2016 y 2017 llegó a orillar los 13% del Producto, en la actualidad representan algo más del 15 por ciento.
En materia de actividad económica, Werning asegura que el repunte en 2024 ocurrió de manera más rápida. El informe señala una recuperación que inició desde el tercer mes tras un primer efecto contractivo elevado, mientras que durante el macrismo ese repunte inició entre el séptimo y octavo mes de mandato.
Sobre las cuentas externas, el BCRA puso de manifiesto que en 2024, primer año libertario, hubo superávit de cuenta corriente en la balanza de pagos, más allá del deterioro que exhiben en los últimos meses. Durante los dos primeros años de Macri, el desequilibrio externo fue más pronunciado, de entre 2,7% y hasta casi 5 puntos del PBI.
En cuanto a la disponibilidad de divisas, el actual proceso muestra un mayor excedente de dólares provenientes del sector privado. El gráfico que adjuntó el vicepresidente del BCRA indica compras netas del BCRA por más de USD 22.000 millones entre el inicio de la gestión y durante los primeros 300 días de mandato, mientras en 2016 había sido de USD 4.700 millones. Lo que indica ese último indicador, según la presentación, es que el Gobierno de Milei no necesitó apurar el regreso al mercado internacional en dólares para tener que refinanciar los vencimientos de deuda.
Finalmente, el documento señala que la estabilización actual se desarrolló sin una participación significativa de no residentes en instrumentos en pesos. La exposición extranjera en activos financieros en moneda local se mantiene en niveles bajos, en torno a los USD 1.500 millones, frente a los más de USD 30.000 millones alcanzados a fines de 2017. El BCRA resalta este punto como una diferencia clave respecto de la etapa anterior, cuando la entrada de capitales de corto plazo cumplía un rol central en el financiamiento del programa y generaba riesgos asociados al carry trade. Las Lebac del BCRA, en ese entonces, estaban habilitadas tanto para inversores minoristas locales como para grandes fondos del exterior.
En la misma línea se pronunció, en una entrevista este viernes en el canal de streaming Neura, el viceministro de Economía José Luis Daza: “Una de las cosas que nos pesa hoy es el 2017″, dijo consultado por la persistencia del riesgo país. “En mi primera reunión con las autoridades del Fondo Monetario lo que me dijeron fue ‘wait a minute, esto ya lo vimos’. Lo que respondí es que no fue distinto a lo que hizo Macri, es lo opuesto. Lo primero que hizo este gobierno fue cerrar el déficit”, planteó el funcionario.