En la última semana, las cotizaciones de la soja, el maíz y el trigo tocaron mínimos de cuatro años en el mercado de Chicago. La oleaginosa y principal ítem de exportación de la Argentina acumula un retroceso del 22% en los primeros 7 meses de 2024
A sólo un mes del comienzo de una nueva campaña de soja y maíz en Estados Unidos, la presión de un clima favorable para los cultivos en desarrollo se hizo sentir sobre los contratos en Chicago, que volvieron a hacer piso en mínimos desde el 2020.
“La proyección de una oferta abundante de EEUU, sumada a un lento ritmo de ventas al exterior americano, ha llevado a los fondos especulativos a ampliar su posición vendedora en el mercado apostando a una caída en las cotizaciones. De hecho, los fondos de inversión registran el segundo mayor volumen de la historia en futuros vendidos para el conjunto de commodities agro”, explicaron.
Como consecuencia, el futuro de mayor volumen operado de soja alcanzó hacia el fin de la semana que pasó un nuevo mínimo, con una cotización de 373,5 dólares por tonelada (USD 373,5/t). No se observaba un valor nominal tan bajo para la oleaginosa desde septiembre de 2020. De hecho, durante la última semana el contrato llegó a marcar una caída diaria de USD 11,4/t, la segunda mayor caída diaria en un año, acumulando un descenso del 22% en los siete meses transcurridos de 2024.
Dado la evolución de los precios en la economía norteamericana, el fuerte ajuste sobre las cotizaciones de los commodities agro en Chicago durante julio hizo que el poder de compra de una tonelada de grano sea, como en el caso del maíz, incluso más bajo que durante enero del año 2000.
Las causas de la retracción de precios
De acuerdo al estudio de la BCR, los principales factores que explican la dinámica de las cotizaciones sobre Chicago pueden resumirse en los siguientes:
- Excelentes condiciones en los cultivos y baja proporción de superficie bajo sequía en Estados Unidos. El rating conjunto entre trigo de invierno, maíz y soja es el mejor desde el año 2020 y la superficie sembrada de estos cultivos que se encuentra bajo condiciones de sequía es la más baja desde el 2019 para todos ellos.
- Programa exportador norteamericano. Durante este último par de años, China ha tendido a diversificar el origen de sus suministros, quitando peso a la demanda externa de la oferta estadounidense. En vísperas de una nueva elección presidencial en el país del norte a fines de este año, el mercado especula frente a las posibilidades de un resurgimiento de la “guerra comercial” de fines de la década pasada.
“Al mes de julio de la campaña 2023/24 desde EE. UU. se enviaron hacia China el equivalente a un séptimo del maíz exportado durante el ciclo 2020/21 y un tercio de lo embarcado la campaña pasada, mientras que se exportaron 24 Mt de soja al mismo destino, el volumen más bajo desde la campaña 2019/20 a esta altura”, precisaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
Para la campaña nueva, solo se han comprometido 152.500 toneladas de soja y nada de maíz, lo que a esta altura representa un atraso más que significativo para las ventas anticipadas hacia China, reforzando la hipótesis de una eventual guerra comercial.
- Los fondos mantienen la segunda posición agro más vendidas de la historia. De solo contar la posición neta de cartera en granos, sería la más corta de la historia manteniendo una posición neta vendida de prácticamente -600.000 contratos, mientras que al tener en cuenta todo el universo agro que se opera sobre Chicago sería superado solo por el año 2019, aunque al evaluarlo estacionalmente nunca a esta altura del año los fondos han estado tan vendidos.
En parte, el posicionamiento de los fondos fundamenta aún más la visión bajista sobre los commodities del agro, y en parte introduce volatilidad sobre el mercado frente a cualquiera estrés de oferta dado la alta flexibilidad para salir de posiciones cortas y validar temporalmente precios más elevados.
“A nivel local, la caída en las cotizaciones internacionales de los principales cultivos agrícolas se enmarca en una campaña caracterizada por un elevado volumen de mercadería sin precio. Cabe recordar que, si bien Argentina tiene una participación relevante en el mercado mundial de la agroindustria, actúa como tomadora de precios para la mayoría de los productos, de manera que lo que sucede en términos internacionales impacta de forma directa en la formación de precios a nivel local”, señalaron desde la BCR.