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viernes, octubre 4, 2024

Protesta policial en Misiones: investigan si hubo un disparo frente a la Casa de Gobierno y el diálogo se traba por un motivo “innegociable”

De la Categoría

Después del paseo de los cuatro patrulleros frente a la sede del Ejecutivo, un fiscal pidió informes para saber si el estallido fue por un arma de fuego o un petardo.

En el día 12 de protesta, los agentes y las autoridades retomaron el diálogo pero a último momento las negociaciones fracasaron.

El día después del paseo de cuatro patrulleros frente a la Casa de Gobierno de Misiones, las negociaciones entre las autoridades y los policías que protestan por mejores salariales siguen trabadas. Además, la Justicia investiga a los agentes que participaron de la caravana por una detonación que se escuchó cuando los móviles pasaron por “La Rosadita”. Quieren saber si fue por un disparo de arma de fuego o un petardo.

Una detonación frente a La Rosadita hizo que un fiscal pidiera abrir una investigación para identificar a los agentes y establecer si ese estruendo correspondió a un disparo de arma de fuego o un petardo.

El fiscal René Casals pidió que la Jefatura de Policía eleve un informe sobre el incidente y secuestre los cuatro patrulleros involucrados en la maniobra intimidatoria. Además, pidió que se intente establecer qué policía pidió avanzar sobre la Jefatura por considerarlo una instigación al delito y actos de sedición.

Según los agentes que llevan adelante el reclamo, surgieron nuevas exigencias del Gobierno que, para los manifestantes, son “innegociables“.

Uno de los pedidos era levantar la protesta como gesto para luego firmar la amnistía y la reactivación de la mesa policial para analizar próximos incrementos salariales.

Los agentes dicen que van a mantener el acampe hasta las últimas consecuencias. Foto Blas MartínezLos agentes dicen que van a mantener el acampe hasta las últimas consecuencias. Foto Blas Martínez

Pasado el mediodía, la mesa policial que integran referentes de las unidades regionales y retirados, elevó una nueva propuesta al Gobierno. Las pretensiones salariales bajaron a poco más de 50 por ciento de aumento, amnistía para todos los activos y volver a analizar las recomposiciones a partir del próximo mes. Otras versiones indicaban que los policías aceptaban irse con el porcentaje que el Gobierno ya les concedió y el compromiso firmado de la no persecución a los que se manifiestan o llevaron más de 30 patrulleros al acampe.

El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte y la temperatura caía en picada cuando el suboficial retirado Ramón Amarilla volvió a tomar el micrófono para comunicar que las negociaciones estaban otra vez empantanadas. “Hice contactos con ellos y desde el mediodía estábamos esperando una señal, pero no nos llamaron. Después nos enteramos que el ministro de Gobierno (Marcelo Pérez) mandó a cerrar las negociaciones porque él se iba a llevar nuestra cabeza”.

Amarilla aseguró que en una de las últimas comunicaciones con los negociadores la mesa policial les manifestó que iban a levantar el campamento “con la firma de la amnistía” y postergar la cuestión salarial para el próximo mes “pero tampoco sucedió”.

“Vamos a morir acá”, dijo Amarilla ante los enfervorizados policías que se acercaron a escuchar las últimas novedades sobre la negociación. El suboficial sostuvo ante los canales de Buenos Aires que “no hubo desborde en 12 días (de protesta) y no va a haber. Queremos que el Gobierno atienda como corresponde (la problemática salarial). Nada más”.

Anoche circuló la versión que en pocas horas arribarían al acampe policías del norte de la provincia en unos quince patrulleros, lo cual marcaría otra fuerte escalada en el conflicto. Pese al frío –la temperatura bajó a 4 grados en Posadas este martes– el número de policías y penitenciarios que reclaman mejores salarios no se redujo.

Sobre la avenida Uruguay se multiplicaron los fogones y las largas jornadas se vuelven un poco más amenas a puro partido de truco entre los patrulleros y autos particulares que rodean el Comando. Muy cerca de allí acampan los docentes y los empleados de Salud Pública, que también reclaman mejores ingresos.

Los docentes marcharon el jueves a la Legislatura, donde chocaron con la Policía y fueron reprimidos. También fueron hasta la casa del ex gobernador y jefe político del Frente Renovador de la Concordia Social, Carlos Rovira, quien maneja los hilos del poder desde hace más de dos décadas.

Los policías mantienen el acampe en reclamo de mejoras salariales.

Desde ese día la zona permanece cerrada con vallas, camiones y una fuerte custodia policial. Los alumnos y docentes de la Universidad Católica de Misiones son los únicos que pueden trasponer el retén para acceder a las aulas previa identificación.

Los policías y penitenciarios se mantienen firmes en el acampe que arrancó el 17 de mayo. Los suboficiales retirados Ramón Amarilla y Germán Palavecino lograron contener hasta ahora a los más exaltados, que en la noche del lunes pedían pasar a una acción más directa: tomar la Jefatura de Policía o avanzar sobre la Casa de Gobierno.

Misiones. Corresponsal

MG

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