El Gobierno planteó los objetivos presupuestarios de cara a 2025. El mercado los pone en duda. Caputo no descartó pedir fondos frescos para recuperar las reservas del BCRA. La inflación debería empezar con 3% en septiembre.
El domingo pasado el presidente Javier Milei presentó en el Congreso Nacional el lineamiento general del Presupuesto: déficit cero con prioridad en el pago de la deuda.
Sin embargo, en los números están, un año más, las inconsistencias. “Los números del presupuesto hay que tomarlos con pinzas, fueron escritos en junio, raro que no se hayan corregido”, sostiene Econviews.
Para EcoGo, “el mensaje es claro, déficit cero no se negocia, y eso está bien en un país que rompió la moneda y el redito”. Pero la regla fiscal “luce desafiante” dado el optimismo de la macro y de las proyecciones.
Según el análisis de la consultora liderada por Marina Dal Poggetto, la proyección de ingresos incluye dos efectos contrapuestos.
Por un lado una leve baja de los ingresos totales de 16,7% a 16,5% del PBI, aún cuando se pierden en 2025 1,0% del PBI del impuesto País.
La diferencia está explicada por una suba en Ganancias no coparticipadas producto del cambio votado en el paquete fiscal (0,3%), del impuesto a los Combustibles (0,35%) y de Retenciones a las exportaciones (0,47%).
Por otro lado, un escenario macroeconómico donde la inflación este año finaliza en 104% (1,2% mensual entre septiembre y diciembre), y en 2025 se reduce a 18% (ritmo de 1,4% mensual).
En promedio durante 2025, la inflación sube 30%, el PIB 5%, los ingresos suben 32,9% y los gastos primarios 34%, los intereses sólo suben 14%. El dólar finaliza 2024 en $1.020 (crawling al 2%) y 2025 en $1.207 (crawling al 1,4%), “no menciona ni luce con estos números una salida del cepo ni del blend”, concluyen en su último informe.
La brecha quedó en torno al 30% y el blanqueo no se traduce en reservas
“La brecha nos ganó. ¿Podrá seguir bajando?”, se pregunta la consultora Econviews. Luego de atravesar varias semanas con una brecha en torno al 35%, ahora parece haberse asentado en la zona del 30%.
Según la consultora, hay varios porqué: “Septiembre es un mes raro por los vencimientos impositivos y que entonces puede volver. También puede haber una dosis de mayor confianza de la mano del blanqueo y la baja del riesgo país que la estabilice en estos valores”
Sin embargo, no considera que vaya a testear la zona de 20% como a principios del año. “Y si lo hace, no va a durar”, sostiene.
Respecto del blanqueo, para 1816 debería ayudar a recomponer reservas brutas y líquidas, pero lo peculiar es que “eso todavía no está sucediendo”.
Los datos de la consultora indican que los depósitos privados en dólares subieron u$s 3337 millones entre el 14 de agosto y el 16 de septiembre, mientras que los encajes (que es la parte de los depósitos con impacto directo en reservas brutas) “subieron solo u$s 128 millones en ese período”.
“Lo que se ve hasta aquí es que los bancos están dejando los nuevos dólares depositados en las sucursales (en lugar de encajarlos en el BCRA), quizás a la espera de saber qué porcentaje del efectivo blanqueado seguirá en Argendólares a partir de octubre, mes donde quienes regularizaron hasta u$s 100 mil millones podrán retirarlos sin penalidad”, sostiene 1816.
Inflación de septiembre debería arrancar con 3%
En la semana el INDEC publicó el índice de precios mayoristas, que indicó un 2,7% para agosto. El dato sirvió para que Milei afirmara que “la inflación está bajando”.
Para la consultora FMyA se trata de una realidad ya que siguen viendo estabilidad en alimentos y proyecta una desaceleración al 3,5% para septiembre.
En cambio, Econviews sostiene que si bien los precios mayoristas “crecieron milimétricamente lo mismo que el dólar”, los precios importados estuvieron estables y que en la medición se incluyen bienes transables (los no transables vienen subiendo al compás de una reactivación lenta), al tiempo que se trata de un dato medido a mitad de mes, y no diariamente como el IPC.
¿Para qué el Gobierno pediría más dólares al Fondo Monetario?
El viernes estuvo el ministro de economía Luis Caputo celebrando el 140° aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario en la ciudad homónima.
Allí, el funcionario dio paso a la posiblidad de un acuerdo con el FMI que incluya fondos frescos: “Pedir un nuevo programa tiene la ventaja que se puede pedir plata adicional, no así con el programa viejo. Ojalá no necesitemos hacerlo. Pero recomponer el balance del Banco Central para nosotros es una prioridad”,
En el contexto actual, para la consultora Quantum Finanzas son razonables las interpretaciones de que el Tesoro estaría tratando de lograr financiamiento adicional por USD 10.000 millones.
“Ello permitiría, por un lado, mostrar que dispondría de USD suficientes para pagar los vencimientos de deuda después de ene-25. Por el otro, se pueden considerar como recursos que facilitarían el proceso de eliminación del cepo, reduciendo el impacto potencial sobre el tipo de cambio y la inflación”, argumentan en su último informe.
Entre las alternativas para la obtención de los mencionados recursos estarían:
1.retomar las conversaciones con el FMI para obtener fondos adicionales
2. utilzar el oro y títulos públicos como garantía de préstamos de bancos comerciales, negociaciones de préstamos de rápido desembolso con el Banco Mundial y el BID, adelantos de exportaciones y un potencial acuerdo bilateral con fondo/s soberano/s, por ejemplo, con Arabia Saudita.
Para Quantum Finanzas, bajo condiciones estándar de mercado, enfrentar vencimientos del orden de 3,5% del PBI “debería ser relativamente sencillo”, aunque no es el caso de Argentina. El riesgo país en 1.300 puntos y las restricciones cambiarias dificultan acceder a los mercados internacionales voluntarios de deuda, lo cual llevó a que el Tesoro ya trabajase sobre los vencimientos de ene-25.