Lanzó un nuevo espacio llamado Movimiento al Desarrollo. Lo acompañan algunas de las figuras como el ex ministro de Economía Hernán Lacunza o la senadora Guadalupe Tagliaferri.
Luego de un largo tiempo de perfil bajo (del que salía solo en ocasiones contadas) Horacio Rodríguez Larreta comenzó a dar sus primeros pasos para rearmar un espacio político que, todo indica, lo irá alejando del PRO. Lo primero que hizo fue lanzar un think tank, muy al estilo de lo que fue en sus orígenes la Fundación Sophia. En este caso, se llama Movimiento al Desarrollo (MAD), un espacio en el que lo acompañan algunas de las figuras más cercanas, como el ex ministro de Economía Hernán Lacunza o la senadora Guadalupe Tagliaferri, que se viene destacando por su perfil opositor a Javier Milei. Con esa nueva ONG, ya viene articulando con los gobiernos de Entre Ríos, Chubut, Santa Fe y San Luis.
El lanzamiento de MAD todavía no se dio formalmente, pero Larreta comenzó a presentar lo que viene haciendo en sus redes. “MAD es el encuentro de mucha gente que pensamos distinto, que creemos en nuestro país, que queremos a nuestro país y que estamos convencidos de la otra idea, que es la idea del desarrollismo. Es el nuevo desarrollismo”, lo definió Larreta en un reel de Instagram que tiene la lógica de sus spots de cuando era jefe de Gobierno.
Larreta reunió en el MAD a algunas de las figuras que lo vienen acompañando desde siempre, como el diputado Alvaro González y el legislador porteño Emmanuel Ferrario. Otras históricas, como Eduardo Macchiavelli, ya dejaron el larretismo Además, aparece como presidenta del MAD la senadora Guadalupe Tagliaferri (quien viene desmarcandose de la línea Macri en el Congreso en más de una oportunidad), el ex ministro de Cultura Pablo Avelluto, que desde fines del año pasado no dejó de plantear su profundo desacuerdo con la cercanía del PRO con Milei. Avelluto es el secretario general del MAD. También lo acompaña el ex ministro Lacunza. El resto de los nombres de MAD son del equipo de Larreta de su gestión porteña.
En suma, aparecen nombres del PRO que se encuentran en la línea más crítica no solo al paso con todos los petates de Patricia Bullrich al mileismo, sino también de la actual política de cercanía que mantiene Mauricio Macri. Larreta ya dijo en varias oportunidades que no estará allí y, en el último entredicho por las jubilaciones, buscó terciar para plantear que había que pensar en los jubilados. Lo hizo en línea con Elisa Carrió, que sigue siendo una aliada natural de Larreta, al igual que Martín Lousteau.
La idea del ex jefe de Gobierno no es hacer un acto de lanzamiento ya, sino que la construcción sea silenciosa y vaya decantando con el tiempo. Ferrario tiene a su cargo presentar un programa de líderes jóvenes, algo que llegará en las próximas semanas. Y desde hace tiempo, el think tank de Larreta colabora con gobiernos provinciales del PRO y de la UCR. Lo que hace es aportarles el método que utilizó para gestionar en el Gobierno de la Ciudad durante los ocho años que fue alcalde. “Todo ad honorem”, aclaran en su entorno.
Larreta planteó que el objetivo del MAD es “contribuir a transformar a la Argentina en el primer país desarrollado de América latina”. En concreto, la fundación le permite volver a hacer pie en política como lo hizo en sus comienzos con el Grupo Sophia. El objetivo de Larreta es posicionarse en la discusión pública marcando diferencias con el actual Gobierno, pero también con Macri y con el peronismo. El ex candidato a presidente insiste en que todo será moderación e “ideas de centro”. Sigue pensando que, luego de votar a Milei en 2023, la sociedad buscará un moderado en un futuro no muy lejano.
El lanzamiento de MAD no es la confirmación de que Larreta rompió con el PRO (de hecho, sigue formando parte del partido y no hizo ningún anuncio de ruptura), pero es el primer preanuncio de que tiene un pie afuera del partido del que formó parte los últimos 20 años. Si continúa en ese camino, parece inevitable que busque destinos electorales lejos de los extremismos de derecha. Sus pronunciamientos sobre los 30 mil desaparecidos y la universidad pública al comienzo de este año parecen alejarlo cada vez más de la opción por la que ya optaron Bullrich y Macri.